El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, informó el miércoles que su gobierno está colaborando con Estados Unidos para facilitar la realización de acuerdos y llevar a cabo deportaciones directas de migrantes a sus países de origen.
Tras las restricciones que impuso la víspera el presidente Joe Biden a los migrantes que soliciten asilo en la frontera sur, López Obrador dijo en su conferencia matutina que México está buscando que Washington llegue a acuerdos “para que si ellos toman una decisión de deportar lo hagan directo” a los países de origen y no devuelvan a los migrantes a México.
“¿Por qué triangular? ¿Por qué no el acuerdo directo?”, se preguntó el gobernante, pero no ofreció detalles con quién se están buscando los acuerdos para que se den las deportaciones directas de migrantes.
López Obrador descartó que las nuevas limitaciones de asilo puedan desatar una saturación en la frontera norte de México y se mostró dispuesto a mantener el apoyo a Estados Unidos. “De todas formas nosotros cooperamos y ayudamos al presidente Biden”, agregó.
El mandatario también alabó la decisión de Biden de construir tres nuevos puentes fronterizos.
Biden anunció la víspera restricciones inmediatas para los migrantes que busquen solicitar asilo en la frontera entre Estados Unidos y México.
La medida entrará en vigor cuando el número de encuentros fronterizos entre puertos de entrada alcance los 2.500 al día, informaron las autoridades estadounidenses. Eso significa que la orden debería entrar en vigor de inmediato, porque los promedios diarios son más altos.
En una conferencia de prensa en español, poco después de anunciar las nuevas medidas, varios funcionarios estadounidenses elogiaron la cooperación de México y dijeron que esta es clave en la implementación de sus políticas migratorias y para recibir a los migrantes que son repatriados.
Actualmente México acepta a los mexicanos que han sido deportados y hasta unos 30.000 cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos repatriados al mes, un compromiso que asumió en 2023 cuando el gobierno de Biden puso en vigor otra normativa que también endureció los requisitos para obtener asilo.
“México ha sido un socio muy bueno, muy importante para nosotros. Estamos en diálogo constante con las autoridades mexicanas”, dijo Blas Nuñez-Neto, subsecretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos. “Hemos visto que el Gobierno de México ha tomado medidas muy importantes en para controlar los flujos migratorios”, aseguró.
Washington está también trabajando con otros países latinoamericanos para que reciban a sus nacionales repatriados que no son aceptados por México.
“Estamos listos para repatriar a una cantidad récord de personas en los próximos días”, manifestó el funcionario. “Estamos en diálogo con gobiernos en toda la región para aceptar las repatriaciones a sus nacionales”, indicó, sin aclarar a qué países se refería específicamente.
Desde inicios de año México endureció los controles de paso de migrantes para evitar que lleguen a Estados Unidos tras unos acuerdos a los que llegaron las autoridades de ambos países entre diciembre y enero para hacer frente a la ola migratoria.
El director del Comité Internacional de Rescate, Rafael Velásquez, explicó que el papel de México es clave para la implementación de las políticas migratorias estadounidenses.
“Definitivamente, durante los últimos tres meses, ya hemos visto una aceleración e intensificación de las medidas para contener y detener, e impedir que la gente llegue a la frontera”, dijo Velásquez.
Aunque las autoridades mexicanas impiden el avance de los migrantes son relativamente pocos los que son deportados, lo que provoca que muchos se queden en ciudades mexicanas alejadas de la frontera estadounidense.
Con información El Diario de Coahuila.