California se encontraba el domingo preparándose para enfrentar una tormenta que podría generar vientos huracanados, provocar inundaciones y deslizamientos a lo largo de la costa en los días venideros.
“Esta tormenta podría ser una de las más grandes y más potentes en la historia de nuestro país y nuestro objetivo es que pase sin que cause fatalidades ni heridas graves”, declaró el jefe de policía del condado Santa Barbara, Bill Brown, a reporteros el domingo.
Las autoridades emitieron órdenes de evacuación para los condados Santa Barbara, Los Ángeles, Ventura y Monterey, y cancelaron las clases en el condado Santa Barbara.
La tormenta, cuyo fenómeno meteorológico se extiende desde la costa occidental norteamericana por el océano Pacífico y hasta Hawaii, llegó a California el sábado cuando gran parte del estado estaba bajo advertencias por fuertes vientos, fuertes mareas o inundaciones.
Para el domingo en la mañana, el Servicio Meteorológico Nacional había emitido una advertencia de vientos huracanados para la costa central de California, con vientos de 148 kilómetros por hora (92 millas por hora), desde la península de Monterey hasta la parte norte del condado San Luis Obispo.
Se prevé que la tormenta golpeará la zona de Los Ángeles con torrenciales aguaceros, inundaciones y nieve en las montañas el domingo, y lo mismo el lunes en el condado Orange y en San Diego. Se vaticinan lluvias en todo el sur de California hasta el lunes.
La agencia meteorológica vaticinó hasta 15 centímetros (6 pulgadas) de lluvia en los valles y zonas costeras del sur de California, y hasta 31 centímetros (12 pulgadas) en las montañas. Se prevén también deslizamientos, escombros e inundaciones.
Es la segunda vez en pocos días en que California se ve afectada por el fenómeno climático llamado río atmosférico, una banda de humedad que se forma sobre el Pacífico. La primera llegó a la zona de San Francisco el miércoles, arrojando aguaceros y nevadas que obligó suspender el servicio del teleférico.
Con información El Diario de Coahuila.