Felipe Garrido tiene una gran trayectoria como, narrador, ensayista, cronista, traductor. Fue director adjunto de la Academia Mexicana de la Lengua de marzo de 2011 al mismo mes de 2019.
“Si algo nos distingue como seres humanos, es el lenguaje” así es como el maestro Felipe Garrido inició la conferencia “Una abuela lectora” como parte de las actividades que realiza la Academia Mexicana de la Lengua en el marco de la Feria Internacional del Libro en Coahuila 2021(FILC) en Ciudad Universitaria de la Universidad Autónoma de Coahuila.
“La lengua escrita no es nada más una traducción de la lengua hablada (…) podemos decir que tenemos dos lenguas, una hablada y una escrita” puntualizó el también ensayista.
Para Garrido, la labor de alfabetización que han realizado las autoridades en materia de educación pública de nuestro país, resulta insuficiente al momento de hablar de desarrollo económico en México. El ensayista menciona que existen 4 millones de personas alfabetas lectoras por cada 30 millones de alfabetas que no leen
“Formar lectores es un asunto, yo diría y creo que no exagero, de vida o muerte” señala Garrido destacando así la urgencia de un sistema educativo que incluya la formación de lectores habituales. Para el narrador la escuela es el lugar donde aprendemos a convivir con otros, aprendemos reglas, disciplina y también a entender el mundo “el camino para entender el mundo es el lenguaje, escrito y no escrito”.
Al hablar de la promoción de la lectura indicó que los productos se promueven, la lectura se construye. “La lectura es una capacidad, una habilidad, una destreza que según mi punto de vista deberían tener todos los seres humanos” destacó Felipe Garrido.
Así mismo, el también cronista reconoció que leer por placer, le fue otorgado casi como un don, a través de las visitas a su abuela “Doña Guadalupe” y describió las visitas a la casa de sus abuelos en Torreón, Coahuila como una experiencia muy particular.
“Era como entrar a una Tribu” ya que tenía una familia numerosa, compuesta de tíos, primos e incluso, los amigos de éstos últimos. Durante esas visitas, su abuela les leía cuentos de los hermanos Grimm, luego les relataba historias de la revolución mexicana y finalmente, una vez pasadas las vacaciones y de vuelta en el hogar de CDMX, recibían las cartas que la abuela les enviaba, donde contaba a cada quién temas muy diversos, cartas completamente distintas que relataban historias del interés particular del receptor. Fue así, como la abuela lectora infundió el don en el maestro Garrido.
A pesar de lo anterior, el maestro insiste en que es trabajo de la autoridad en materia educativa establecer los mecanismos para formar maestros lectores y que ellos a su vez, puedan, a través del ejemplo, formar alumnos lectores. “Todo el asunto de leer es comprender lo que estamos leyendo” mencionó y agregó “Nuestro instrumento para entender, es lo que sabemos” subrayó.
Información por: El Heraldo de Saltillo