Las escuelas públicas o privadas que cuenten con estudiantes embarazadas colaborar para que esta condición no constituya un impedimento para continuar en el sistema educativo.
Fue durante la sesión del Congreso Local realizada la mañana del jueves, que se aprobó la reforma para que se vigile que el embarazo y la maternidad no constituyan impedimento para que las estudiantes ingresen o continúen realizando sus estudios en los centros educativos públicos o privados.
Lo anterior siempre y cuando cumplan con los requisitos de ingreso y permanencia.
El personal docente, directivo y los responsables de las instituciones educativas oficiales y privadas de cualquier nivel o modalidad en el Estado, no podrán bajo ninguna circunstancia, adoptar acciones que impidan o perturben el inicio o continuación de sus estudios a las alumnas en estado de gravidez o lactancia, ni imponer medidas correctivas o sanciones disciplinarias a las estudiantes, o que provoquen su baja en el sistema educativo por causa de embarazo.
Durante la presentación del dictamen se indicó que los embarazos en adolescentes vienen acompañados de serios problemas ya que las jóvenes madres pierden el interés por el estudio y en ocasiones se ven en la necesidad de laborar para conseguir el sustento diario ya que muchas veces estos jóvenes no cuentan con el apoyo de familiares.
“En la mayoría de los casos, el embarazo se convierte en un gran obstáculo para culminar sus estudios, incrementando así la deserción escolar, además de la problemática a la que se ven forzados al aceptar trabajos informales, pues con su corta edad no son aptos para laborar en empresas formales y sus oportunidades personales y sociales se limitan seriamente”, se indica en el dictamen.
Con información de El Siglo de Torreón
