Los futuros conductores del Tren Maya se están preparando en España. Renfe, la empresa española, lidera la formación técnica de 50 maquinistas y 30 controladores, parte del proyecto emblemático del presidente Andrés Manuel López Obrador. Este programa exclusivo para la Secretaría de la Defensa mexicana se desarrolla a ambos lados del Atlántico, con los participantes completando seis meses de formación en Madrid y Málaga. La presión aumenta en la fase final de la construcción del polémico tren, cuyos primeros tramos deben inaugurarse el 15 de diciembre.
Hace meses que lo avisó el presidente: antes de acabar el 2023 habría Tren Maya “llueve, truene o relampaguee”. El llamado jaguar rodante es la megaobra estrella del sexenio de López Obrador. Con más de 1.500 kilómetros, siete tramos, 28 estaciones y una travesía por cinco Estados, el coste del proyecto supera los 95.000 millones de pesos (unos 5.600 millones de dólares) y todavía está sin terminar. Para el presidente supone el impulso turístico y económico que necesita una de las zonas más pobres de México; para sus detractores, un ecocidio a uno de los pulmones naturales del país. En el medio, batallas judiciales, miles de hectáreas de selva deforestadas y decenas de empresas trabajando al compás del ritmo del presidente.
Una de esas ha sido Renfe, la principal compañía ferroviaria de España. La empresa lleva desde final de 2020 vinculada al Tren Maya, cuando firmó un contrato por 14,5 millones de dólares para asesorar, supervisar la fabricación y entregar material rodante durante tres años además de revisar la puerta en marcha de todos los sistemas. “De esta forma, la compañía será parte de inicio a fin”, anunciaba la compañía, que consideraba su entrada en México como “un nuevo e importante salto en el mercado internacional”.
De esa primera relación es de donde surge, explica Renfe a EL PAÍS, este nuevo proyecto. Un programa de 850 horas, repartidas en dos meses de teoría en Ciudad de México, una semana en Madrid, un mes en el centro de formación de Málaga, al sur del país, que se ha estrenado para este curso, y tres meses de prácticas con trenes de Renfe por España. En enero empezó el primer grupo y finalizó su programa en julio como “la primera promoción de maquinistas del Tren Maya”. Durante el verano, cuatro instructores de Renfe estuvieron en Ciudad de México para empezar la formación teórica de los siguientes militares.
“En el centro de formación de Málaga la segunda promoción ha completado un mes más de formación teórica y ha iniciado recientemente los tres meses de prácticas, en simuladores de conducción y a bordo de distintos modelos de trenes Renfe: Civia en la red de Cercanías de Málaga y trenes AVE en viajes a Madrid, Granada o Córdoba, para familiarizarse vehículos y sistemas semejantes a los que tendrán en México”, ha explicado Renfe.
Después de la formación en España, el programa será completado con contenidos específicos de normativas y reglamentos de la circulación en el Tren Maya sobre el terreno y también con “conocimientos sobre el vehículo, sobre la infraestructura y aquellos procedimientos específicos que deban aplicarse para la puesta en servicio y explotación comercial”.
En paralelo, se ha formado en un solo grupo a los 30 responsables de circulación, que comenzaron su formación en la capital el 28 de agosto y viajaron a España en noviembre para completar el ciclo formativo. Para Renfe este programa se incluye en la rama de proyectos de formación internacionales que la empresa ha desarrollado también en Arabia Saudí, con los primeros conductores del tren de alta velocidad de La Meca, o la de los maquinistas de la línea entre Oporto y Vigo, en el norte de España.
La empresa española no ha respondido a cuánto ha pagado la Secretaría de Defensa por este programa y la dependencia no ha contestado a ninguna de las preguntas de este periódico. Hace un mes que López Obrador oficializó el traspaso del Tren Maya, que originalmente dependía del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), al Ejército. El general Oscar David Lozano Águila, quien ha participado en todo el proceso de construcción, es quien está a cargo de la dirección del proyecto. “Se lo tenemos que dejar todos los mexicanos a la Secretaría de la Defensa para que lo cuiden, se administre bien, que haya honestidad”, señaló a principios de septiembre el mandatario.
Los trenes se han convertido en la nueva obsesión del presidente de México. El Tren Maya es la joya de la corona pero va seguido de proyectos en Veracruz, Chiapas y Oaxaca, y de cuatro nuevos ejes de comunicación entre la capital y el Estado de México. Está planeado que los nuevos convoys den servicio a millones de usuarios.
Esta semana, López Obrador ha ido más allá y ha propuesto no solo construir los más de 3.000 kilómetros de nueva vía que ya tiene apalabrados, sino aprovechar los más de 20.000 que están ya construidos y se utilizan solo para carga, para reconvertirlos a pasajeros. “Queremos que se pueda viajar desde Cancún a la Ciudad de México en tren, desde Guadalajara a Nayarit, a Sinaloa, Sonora, hasta la frontera. De Ciudad de México a Querétaro, San Luis Potosí, Monterrey, hasta Nuevo Laredo, de Ciudad de México hasta Chihuahua, en tren”. Quizás próximamente en México hagan falta muchos más maquinistas.
Con información El País