En 2020 se cometieron 35,484 asesinatos en México; un promedio de 97 víctimas por día. El total de víctimas de asesinato es apenas 0.4% menor a 2019 y 1.2% mayor respecto a 2018. La tasa de asesinatos por cada 100 mil habitantes fue de 26.9, esto es 1.3% inferior a la de 2019 y 0.4% mayor a la de 2018.
Estas cifras indican que los asesinatos se han mantenido estables durante los últimos tres años, sin que la pandemia y las medidas de distanciamiento social en 2020 tuvieran mayor efecto en la reducción de la violencia. Estas tasas de asesinatos son las más altas desde que existen cifras confiables en la materia (1997).
Zacatecas, Baja California, Colima, Chihuahua, Guanajuato, Sonora, Michoacán, Morelos, Guerrero, Jalisco, Quintana Roo y San Luis Potosí son los estados con mayo tasa de asesinatos en el país. Así se clasifican los 32 estados, de acuerdo a la tasa de asesinatos por cada 100 mil habitantes en cada entidad y a su crecimiento respecto al trimestre anterior.
Dentro de los estados con tasas inferiores a la nacional, pero en crecimiento se encuentran los estados de Oaxaca, Sinaloa, Nayarit, Tamaulipas, Veracruz, Nuevo León, Estado de México, Durango, Hidalgo, Chiapas, Campeche, Tlaxcala y Aguascalientes.
Cabe destacar que Coahuila ocupa el lugar #31 con una tasa de 4.9 y una diferencia de -30.5%, por cada 100 mil habitantes, siendo uno de los siete estados con tasas inferiores a la nacional y que sigue en constante decrecimiento.
Esto gracias a que el Gobierno del Estado, a través del Instituto Coahuilense de las Mujeres (ICM), ha puesto en marcha una serie de acciones para garantizarles la seguridad y acceso a la justicia a las Mujeres del estado. Así como poniendo a disposición 13 Centros de Atención Especializada y 5 Centros de Justicia para las mujeres en 17 Municipios del Estado de Coahuila, donde se ofrece atención presencial para casos de violencia.
Y a través de la Secretaria de Gobierno se conjuntan estrategias interinstitucionales para prevenir y atender la violencia contra las mujeres de manera permanente, logrando así una vida libre de violencia.