Colectivos de rastreadoras, luchadores sociales y juristas criticaron el pobre presupuesto de 3.5 millones de pesos que se asignó a la Comisión Estatal de Búsqueda, organismo que aún no se integra en Sinaloa, lo que implicara un trabajo muy precario en investigación y cotejos genéticos de los cuerpos que se rescatan de las fosas.
En un encuentro de diputados locales con organismos y personas interesadas en Legislación de Materia de Desapariciones Forzadas en Sinaloa, se cuestionó la carencia de mayores recursos para fortalecer el Laboratorio de Genética Forense y formar nuevos peritos e investigadores.
La presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, Graciela Domínguez Nava, critico que las autoridades han sido omisas en la integración de la Comisión Estatal de Búsqueda, puesto que a 11 meses del vencimiento de la fecha para su constitución la semana pasada se lanzó la convocatoria para seleccionar a sus integrantes.
Citó también que el pasado 17 de julio del 2018 venció la fecha para que las entidades federativas armonizaran su legislación en relación a la Ley General en Materia de Desapariciones Forzadas de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda, sin que en Sinaloa, se haya cumplido con ello.
En su intervención Alma Rosa Rojo Medina, del colectivo Voces Unidas por la Vida planteó que pese al el esfuerzo por rescatar cuerpos humanos en fosas clandestinas, su trabajo en muchos casos no logra su objetivo por no tenerse los elementos científicos para certificar las identidades y entregarlos a sus familias para su sepultura.
Fue así que calificó como pobre la reasignación que se hizo en el Poder Legislativo de 3.5 millones de pesos para la Comisión Estatal de Búsqueda, organismo que aún no se constituye, puesto que estos recursos son mínimos, ante las necesidades que se tienen, en el trabajo forense.
Por su parte, el expresidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Oscar Loza Ochoa apuntó que se tienen ya tres generaciones de familias dolidas y angustiadas por familiares desaparecidos que en la época de los setenta, tenían una connotación política.
Al hacer uso de la voz propuso que en las policías se lleve una bitácora diaria del trabajo de cada agente, para saber que hacen ante indicios que muchas de las desapariciones forzadas pueden derivarse de acciones de elementos de alguna corporación.