La familia de Griselda la convenció de retractarse de atentar contra su vida pero batalló más de media hora
La adicción a las drogas llevaron a Griselda de 25 años a subir a la azotea donde amenazó a sus vecinos en suicidarse. Para prevenir su muerte intervinieron sus familiares y aún así batallaron más de media hora para ponerla a salvo.
Todo ocurrió alrededor de las 4:30 de la tarde, en el domicilio marcado con el 301, ubicado en calle 50 entre 7, en colonia Morelos, quinto sector. Griselda se sintió deprimida por que su pareja quien también es adicto a las drogas amenazó con quitarle a sus hijos.
Invadida de enojo y llanto subió hasta la azotea del segundo piso de su casa, donde lanzó gritos a sus hermanas que quería morir. Esto alarmó a los vecinos quienes de manera inmediata captaron imágenes con su teléfono celular.
Las enviaron a los grupos de seguridad de WhatsApp donde solicitaron el llamado urgente. Acudió una patrulla de la municipal pero no lograron convencer a la mujer en bajarse se alteró.
Griselda empezó a gritar incoherencias contra los oficiales e incitar a sus familiares a que los corrieran. Para evitar situaciones mayores los oficiales se retiraron y pidieron apoyo a los oficiales de la Unidad de Integración Familiar, (UNIF)
Tres integrantes de la familia de Griselda usaron una escalera de madera donde subieron a la loza donde se encontraba para dialogar. La abrazaron para convencerla en que no se quitara la vida y a gritos se desahogó que lo hacía por culpa de su pareja.
Lograron bajarla con tranquilidad y luego la abordaron a un taxi que es propiedad de su cuñado.
Justo cuando la trasladaba a un centro de rehabilitación fueron interceptado por una patrulla de la UNIF
La familia de Griselda no dejó que le brindaran ayuda y decidieron seguir su camino.
Con información de Juan Francisco por Vanguardia.