Los lesionados fueron trasladados a un hospital privado de la ciudad para su atención médica especializada.
Tras el incidente el colegio Cervantes inició la evacuación de los alumnos del plantel.
Visiblemente consternados y algunos con crisis nerviosa, padres de familia acudieron al colegio para recoger a sus hijos, lo que generó un caos en los alrededores.
Elementos de distintas corporaciones de seguridad de rescate de los tres niveles de gobierno acudieron al lugar para atender la emergencia.
Calles aledañas al colegio fueron cerradas para realizar las labores de atención a los heridos y para permitir la evacuación de los alumnos y personal de la institución.