‘Ahorita no tengo tiempo, no hay tiempo para llorar’

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«No voy a llorar», dijo Maribel Ramírez, cuando le dijeron que tenía cáncer de mama y desde entonces no lo ha hecho.

Ella pertenece a la asociación «Consentidas de Dios» integrada por mujeres que luchan en contra de esta enfermedad y que actualmente cuentan con una exposición en el Teleférico de Torreón.

Cuenta que fue en junio de 2016 en una campaña del Instituto Municipal de la Mujer de Torreón, como le detectaron la enfermedad.

«En aquel entonces yo no tenía 40 años, entonces no entraba en la mastografía, me mandaron hacer un ultrasonido. La radióloga me dijo que sí se veía algo sospechoso, ya se me tocaba una bolita y me autoriza la mastografía. Al tercer día me dieron el resultado, me dijeron que tenían qué hacer una biopsia», cuenta.

La gestión de la directora del IMM, Dulce Pereda, ayudó a darle celeridad para la práctica de la biopsia en el ISSSTE. El resultado salió positivo al cáncer de mama.

«Me dice, Dulce: -Se vale llorar-. Le digo: -Sí, pero ahorita no tengo tiempo, no hay tiempo para llorar- y desde entonces jamás lloré, no lo he necesitado, tengo mi familia y gracias a Dios han estado ahí conmigo, no me he sentido sola, pensé: -No me va a vencer, tengo quien me apoye, cómo me voy a dejar caer-«.

Maribel decidió hablar con su esposo para definir su situación, sabe que en muchos casos las parejas se van. Sin embargo, la decisión de él fue quedarse a enfrentar juntos la enfermedad.

«Mi esposo estuvo conmigo al pie del cañón siempre, a muchas las abandonan, a mi no, él me dijo que íbamos a salir adelante. Le dije: -las compañeras me dicen que al verte (sin seno) reaccionan diferente, prefiero que te vayas ahorita que estoy empezando a que te vayas más adelante, porque si voy a enfrentar esto sola, pues de una vez. El me respondió: – No, tú no eres un seno, yo te quiero a ti-«.

La mujer, quien es una sobreviviente, dice que también encontró «ángeles» que le ayudaron a mantenerse de pie y a no llorar.

«Una amiga, que ya está en el cielo, me decía: ‘No te apures va a salir’, ‘amiga no te dejes caer’, ‘Dios es el que tiene la última palabra’, a pesar de su diagnóstico, siempre tenía una fuerza y una personalidad muy positiva».

Maribel Ramírez, dice que el cáncer de mama, suele ser devastador para cualquiera, aún así, esta experiencia le ha dejado lecciones que recordará por el resto de su vida.

«Es una enfermedad, no es la muerte, sales adelante y hay muchas personas que están ahí contigo, te apoyan y te quieren, sabes quiénes son tus amigas, quién es tu familia y sacas mucha fuerza, por eso les digo a todas las mujeres que no tengan miedo de quererse, de cuidarse, el miedo es el mejor amigo de esta enfermedad, porque dejas avanzar algo que puedes detener y vencer».

Vía El Siglo de Torreón