El Senado de México aprobó en lo general y en lo particular el dictamen por el que se crea la Ley Orgánica de la Fiscalía General de la República.
Con cinco modificaciones, el dictamen fue turnado a la Cámara de Diputados.
De acuerdo con el dictamen, la nueva fiscalía tendrá como fines la investigación de los delitos y el esclarecimiento de los hechos en materia de su competencia; otorgar una procuración de justicia eficaz, efectiva, apegada a derecho, que contribuya a combatir la inseguridad y disminuirla.
La prevención del delito; fortalecer el Estado de derecho en México; procurar que el culpable no quede impune; así como promover, proteger, respetar y garantizar los derechos de verdad; reparación integral y de no repetición de las víctimas, ofendidos en particular y de la sociedad en general.
Según la nueva ley, para el nombramiento del fiscal general, el titular del Ejecutivo federal formulará una terna y la enviará a la consideración del Senado. Las dos terceras partes de la Cámara Alta deberán designarlo.
Durará en el encargo nueve años y sólo podrá ser removido por el Ejecutivo federal a consecuencia de conductas graves, como participar, tolerar, consentir o apoyar violaciones graves a los derechos humanos o cometer violaciones graves a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.