Tanto durante su campaña presidencial, como en su discurso de toma de posesión en la Cámara de Diputados el primero de diciembre de 2018 y en la exposición de los 100 compromisos de su gobierno que expuso ese mismo día en el Zócalo capitalino, el mandatario federal aseguró que en su gobierno quedaría prohibido el fracking.
“Vamos a evitar afectaciones al medio ambiente. Aprovecho para reiterar que no se permitirá el fracking, ni transgénicos”, dijo López Obrador como parte de su primer discurso como presidente de México. Y eso quedó marcado con el punto número 75 de sus 100 compromisos: “No usaremos métodos de extracción de materias primas que afecten la naturaleza y agoten las vertientes de agua como el fracking”.
Incluso todavía el 4 de febrero pasado lo remarcó, contradiciendo a su secretaria de Energía, Rocío Nahle, quien en el Foro Energy México 2019 dijo que el fracking se seguiría usando en tanto se avanzaba a una nueva tecnología.
En la sesión de la CNH se indicó que en la solicitud de Pemex cuántas etapas de fracturamiento llevará a cabo aunque se trata sólo de una fase de exploración. Néstor Martínez Romero, uno de los comisionados de la CNH señaló: “Mínimo hay que enfatizar la gran experiencia que tiene Pemex con fracturamientos hidráulicos por décadas. Miles de pozos se han perforado y terminado así. En este caso el operador (Pemex) está proponiendo el fracturamiento hidráulico y nosotros estamos muy de acuerdo en que esa es la técnica que debe utilizarse, porque sin ella no hay producción”
La Alianza Mexicana contra el Fracking sostuvo que “ignoran a López Obrador y la CNH autoriza los planes de Pemex que incluyen fracking” y que tanto el Ejecutivo como el Poder Legislativo “están fallando en sus obligaciones de proteger a las comunidades, al ambiente y al clima global al tardarse en prohibir el fracking porque es una técnica inherentemente peligrosa con consecuencias a corto y largo plazo para las comunidades, el agua, el suelo, el aire y el clima que se ha prohibido en diversos países”.
