Habitantes, animales y la vegetación de al menos cuatro comunidades en Papantla, Veracruz, han sido afectados por un derrame de hidrocarburos que ocurrió hace 42 días y que aún no ha sido atendido adecuadamente por Petróleos Mexicanos (Pemex), el responsable.
El derrame ha causado daños a cultivos, pozos de agua potable, la muerte de ganado y fauna local, incluyendo tortugas. Además, ha generado problemas de salud en los residentes, sin que Pemex haya implementado las acciones necesarias para resolver la situación, según denunció la Alianza Mexicana contra el Fracking, que visitó la zona la semana pasada para evaluar los daños.
“Los habitantes empezaron a notar algo extraño por el fuerte olor a azufre”, explicó Alejandra Jiménez, miembro de la organización. “Esa fue la primera señal de alerta. Luego, cuando el derrame comenzó a escurrir por el arroyo, muchos relataron haber experimentado problemas respiratorios, mareos y náuseas”.
El origen del derrame se debe a una fuga en un oleoducto de Pemex, identificada por los residentes de la comunidad totonaca de Ojital Viejo el pasado 21 de agosto.
Posteriormente, los hidrocarburos se propagaron a causa de las lluvias a un arroyo del Río Cazones, mismo que desemboca al Golfo de México, de acuerdo con los activistas. Al momento ha dejado afectaciones a lo largo de 12 kilómetros.
En tanto, Pemex no ha reportado el volumen del derrame ni se ha pronunciado sobre el tema. Animal Político buscó a la empresa de hidrocarburos y a la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) para obtener información sobre el derrame y las acciones que están tomando, sin que tuviera respuesta por parte de Pemex al momento de esta publicación.
Por su parte, ASEA indicó por medio de su oficina de Comunicación Social que no fue notificado del derrame por parte de Pemex.
El 25 y 26 de septiembre, oficiales de la institución realizaron labores de inspección en materia ambiental y de seguridad operativa e industrial en la región de Papantla para dar seguimiento por otro derrame suscitado en 2022, momento en el que fue notificado del nuevo acontecimiento por los habitantes de la comunidad de Ojital y dio seguimiento al tema.
Acusan a Pemex de omisión; presentan denuncia contra la empresa
Las organizaciones denunciantes han señalado que Pemex fue omiso en atender el derrame, pues inicialmente los hidrocarburos sólo habían contaminado un aguaje hecho por la comunidad para que su ganado pudiera consumir agua, y en cuanto se percataron de los hechos, los vecinos lo denunciaron ante la empresa paraestatal.
“Ese es el problema, que Pemex no recogió debidamente el crudo que se había derramado, no lo retiró en el momento y provocó esta situación”, indicó Jiménez.
Las labores de limpieza iniciales por parte de las autoridades fueron limitadas, por lo que cuando cayeron fuertes lluvias a mediados de septiembre, la contaminación por hidrocarburos se propagó.
Para atender la situación, los habitantes de Ojital Viejo presentaron una denuncia contra Pemex ante la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), un órgano desconcentrado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) que se encarga de regular y supervisar la protección y seguridad medioambiental del sector de hidrocarburos.
Residentes no han recibido información sobre las afectaciones, denuncian.
A un mes y medio del incidente, alrededor de ocho trabajadores de Pemex están atendiendo el derrame, según informó Alejandra Jiménez. Sin embargo, estos operan sin el equipo de protección adecuado y solo retiran la tierra contaminada a los costados del arroyo, lo que no representa una solución integral.
Jiménez, integrante de la Alianza Mexicana contra el Fracking, destacó que Pemex no ha informado a los vecinos de las comunidades afectadas sobre las consecuencias del derrame, ni ha dado recomendaciones para evitar problemas de salud o cómo recuperar sus cultivos, lo que ha tenido un impacto económico para las familias.
Ante la falta de atención gubernamental, las autoridades comunitarias, residentes y activistas locales han tomado la iniciativa para proteger la flora y fauna afectada, incluso instalando bebederos hechos de PET para los animales que dependen del arroyo contaminado. “Los únicos que han brindado ayuda son voluntarios que han compartido su conocimiento de manera personal. Por ejemplo, el domingo pasado, un ingeniero petrolero les advirtió que no deberían usar el agua del arroyo, y que este tardaría al menos 10 años en recuperarse”, relató Jiménez.
Con información Yahoo.