El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó el domingo que conversará con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y subrayó la necesidad de evitar una guerra total en el Medio Oriente. Biden expresó su preocupación antes de abordar el avión presidencial, señalando que «realmente tenemos que evitarla».
Ese mismo día, ataques aéreos israelíes en el Líbano causaron la muerte de decenas de personas. Aunque Biden no precisó cuándo se llevará a cabo la conversación con Netanyahu, los recientes bombardeos israelíes también han afectado la estructura de mando del grupo Hezbollah, respaldado por Irán. Entre las víctimas se encuentra su líder, Hassan Nasrallah, en lo que ha sido una serie de ataques israelíes para debilitar las capacidades ofensivas del grupo.
Tanto israelíes como libaneses residentes cerca de la frontera han sido evacuados debido al constante intercambio de ataques entre Hezbollah e Israel, lo que ha generado desplazamientos masivos. Ante esta situación, Estados Unidos busca una solución negociada que permita el regreso de las personas desplazadas y evite una escalada regional del conflicto.
El portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, destacó que los ataques israelíes han destruido la estructura de mando de Hezbollah, pero advirtió que el grupo intentará reestructurarse rápidamente. Kirby evitó comentar si el gobierno estadounidense apoya las tácticas israelíes, que según Líbano han afectado a civiles, pero reiteró la necesidad de un cese al fuego temporal, propuesto por varias naciones en la Asamblea General de la ONU la semana pasada.
Kirby insistió en que la diplomacia es la mejor vía para garantizar un retorno seguro de los desplazados y una paz duradera.
Con información El Diario de Coahuila.
