Tras la aprobación de la reforma judicial, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recordó que la independencia de los poderes públicos, en particular del sistema judicial, es fundamental para consolidar y proteger la democracia.
“La democracia debe protegerse de los eventuales abusos de los poderes políticos y económicos. Contar con un sistema de justicia independiente, fortalecido y comprometido con la garantía, respeto y protección de los derechos humanos, es una de las mejores formas para asegurar los sistemas democráticos y el Estado de derecho”, afirmó la CIDH.
La CIDH también mostró preocupación que en varios estados han adoptado medidas que erosionan los sistemas de justicia y su capacidad de manera independiente.
La Comisión Interamericana destacó diversas acciones que afectan el sistema de justicia, como iniciativas legales que buscan destituir a jueces y fiscales de manera arbitraria, sin seguir el debido proceso; además de nombramientos inapropiados que no cumplen con los estándares interamericanos. También mencionó la interferencia indebida con el objetivo de influir en las decisiones judiciales.
Igualmente, señaló la manipulación de los sistemas de justicia por parte de grupos con poder político o económico para perseguir a figuras políticas o actores judiciales, particularmente a aquellos que combaten la corrupción e impunidad, así como el desacato a resoluciones judiciales.
El organismo recordó que los derechos y libertades en las democracias dependen de un marco jurídico donde las leyes prevalezcan sobre los intereses de los gobernantes y particulares, y exista un control judicial efectivo sobre los actos del poder público en términos de convencionalidad, constitucionalidad y legalidad.
En este contexto, el trabajo de quienes operan en el sistema de justicia es esencial para proteger los derechos humanos y salvaguardar el sistema democrático frente a posibles abusos por parte de gobiernos, representantes electos y grupos económicos.
Con información El Diario de Coahuila.