Autoridades mexicanas informaron que dos mexicanos murieron resultado de la balacera desatada en una celebración por el 4 de julio en la localidad de Highland Park, en la periferia de Chicago.
El primero se trató de Nicolás Toledo, un mexicano de 78 años residente en Estados Unidos que había acudido al desfile con su familia. El casi octagenario necesitaba de una andadera para caminar y sabía que podría ser difícil para él desplazarse por las aceras llenas de gente en esa ciudad.
Al no querer dejarlo solo en casa, su familia decidió llevarlo con ellos, sin saber que sería una de las victimas alcanzadas por tres de los 70 disparos que fueron disparados contra la multitud.
Por otra parte, esta mañana, Reyna Torres, cónsul general de México en Chicago, informó que Una segunda persona de origen mexicano murió víctima del tiroteo mortal. No se ha dado información sobre el connacional occiso pero se asegura que la Secretaría de Relaciones Exteriores dará apoyo a su familia.
Con información de López-Dóriga Digital y BBC.