Quienes están en este campamento, incluso se rehusaron a entrar al albergue en los días donde la temperatura disminuyó considerablemente.
Tras varios meses de instalarse en las afueras de la Casa del Migrante, decenas de centroamericanos se han rehusado a retirarse, y hasta hoy ninguna autoridad ha decidido implementar alguna mecánica para quitarlo.
A inicios de diciembre de 2020, la Casa del Migrante se vio obligada a cerrar sus puertas debido a un brote de COVID-19 dentro del albergue, y a raíz de ello, un grupo de personas migrantes improvisó un campamento en las banquetas aledañas, que hasta el día de hoy no ha concluido pese a que las actividades de la organización ya se han retomado.
De acuerdo con la Casa del Migrante, el grupo se ha rehusado a retirarse del lugar debido a que no quiere seguir el reglamento que impone la Casa del Migrante a la entrada, donde estrictamente se les prohíbe el consumo de alcohol y las salidas constantes.
“Hay gente con buena voluntad en Saltillo y les lleva comida y ropa, y esto lo único que ocasiona es que las personas quieran permanecer en este lugar”, expresó Alberto Xicoténcatl.
En ese sentido, el director de la Casa del Migrante dijo que quienes están en este campamento, incluso se rehusaron a entrar al albergue en los días donde la temperatura disminuyó considerablemente.
Para retirar dicho campamento, Xicoténcatl Carrasco dice que José Ángel Rodríguez, de la Unidad de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobierno del Estado, no ha atendido la situación pese a que recae en su facultad y ha turnado el caso a la Policía del Estado; sin embargo, desde tampoco se ha dado una solución.
Con información de VANGUARDIA