Biden suspende las perforaciones de petróleo y gas en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico

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El presidente estadounidense Joe Biden anunció una moratoria en la exploración y extracción de petróleo y gas en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico en Alaska, ANWR por sus siglas en inglés.

La decisión revierte en forma temporal una polémica medida tomada por Donald Trump en los últimos días de su mandato, cuando abrió ese hábitat protegido a las compañías petroleras.

El Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico tiene unos 78.000 kilómetros cuadrados y es la reserva natural más prístina y más extensa de todo Estados Unidos.

El llamado desierto gigante de Alaska es el hogar de osos polares, caribúes, renos y aves acuáticas, entre otras especies.

¿Qué ordenó exactamente Biden?

El presidente Biden se había comprometido durante su campaña a proteger el refugio nacional del Ártico. Una vez en el cargo, ordenó al Departamento del Interior que revisara los arrendamientos ya concedidos de parcelas para exploración.

En un comunicado el martes, el Departamento del Interior dijo que había «identificado defectos en el registro subyacente de la decisión que respalda los arrendamientos, incluida la falta de análisis de una gama de alternativas» requeridas por leyes ambientales.

La asesora climática de la Casa Blanca, Gina McCarthy, afirmó que Biden «cree que los tesoros nacionales de Estados Unidos son piedras angulares culturales y económicas de nuestro país».

El mandatario «agradece la pronta acción del Departamento del Interior para suspender todos los arrendamientos en espera de una revisión de las decisiones tomadas en los últimos días de la última administración que podrían haber cambiado el carácter de este lugar especial para siempre», agregó.

Desde que asumió el cargo, Biden ha firmado órdenes ejecutivas destinadas a congelar nuevos arrendamientos de petróleo y gas en terrenos público y se ha comprometido a reducir drásticamente las emisiones de carbono.

Pero su gobierno decepcionó a grupos ambientalistas la semana pasada cuando el Departamento de Justicia defendió una decisión de la era Trump de aprobar un importante proyecto petrolero en otra región de Alaska, en la Reserva Nacional de Petróleo, una zona que pertenece al gobierno federal.

El New York Times señaló que grupos ambientales critican a Biden no solo por esa medida, sino por «dejar pasar una oportunidad para bloquear el polémico oleoducto Dakota Access y por mantener una decisión de la era Trump de conceder licencias de exploración de gas y petróleo en tierras públicas en el estado de Wyoming».

¿Cómo se llegó a este punto?

La exploración de hidrocarburos en el refugio del Ártico ha sido tema de disputa por décadas.

Esta región rica en petróleo es un lugar de importancia crítica para muchas especies y el pueblo indígena Gwich’in la considera sagrada.

Quienes están a favor de la extracción de petróleo en el refugio argumentan que podría generar importantes sumas de dinero y proporcionar empleos para la gente en Alaska.

Quienes se oponen expresan su preocupación por las amenazas ambientales y climáticas.

Días antes de que terminara su mandato presidencial en enero, Trump siguió adelante con la primera venta de arrendamientos de petróleo en la llanura costera de la región como parte de su impulso para desarrollar una mayor producción nacional de combustibles fósiles.

Pero la venta recibió poco interés de la industria del petróleo y el gas. Las empresas señalaron que estaban centrando su gasto en energía renovable, en medio de una enorme caída en los precios del petróleo. Varios grandes bancos estadounidenses dijeron que no financiarían la exploración en el área.

En total se subastaron 11 parcelas, que cubren poco más de 2.000 km cuadrados, según el periódico Washington Post.

La venta recaudó menos de US$15 millones, mucho menos de lo que el gobierno esperaba.

La mayoría de los arrendamientos fueron concedidos a la Autoridad de Exportación y Desarrollo Industrial de Alaska, una agencia estatal.

Si bien las estimaciones sugieren que hay alrededor de 11.000 millones de barriles de petróleo debajo del refugio, la reserva no tiene carreteras ni otra infraestructura, lo que la convierte en un lugar muy costoso para perforar.

Información por BBC NOTICIAS.